Amparada por una gran banda que deja el virtuosismo para la jefa y la apoya con precisión helvético-sureña, Imelda conquisto al publico hasta el aullido y el furibundo aplauso y remató la faena con el Train Kept A Rollin de Bradshaw, Kay y Mann, más cercano a la versión de Johnny Burnette y la reinterpretación de Jeff Beck, ilustre compinche de Imelda. En los bises, el Tainted Love de Soft Cell, que nunca sonó tan rockera, y un guiño al Rey Elvis para cerrar.
jueves, 20 de enero de 2011
Imelda May - Festival Luna Lunera 2010
La irlandesa brindó uno de los conciertos más vibrantes que se recuerdan. Allí emergió su amor por la música negra, una pasión desatada por el abecé del rockabilly y hasta guiños a la vertiente psycho del género.
Amparada por una gran banda que deja el virtuosismo para la jefa y la apoya con precisión helvético-sureña, Imelda conquisto al publico hasta el aullido y el furibundo aplauso y remató la faena con el Train Kept A Rollin de Bradshaw, Kay y Mann, más cercano a la versión de Johnny Burnette y la reinterpretación de Jeff Beck, ilustre compinche de Imelda. En los bises, el Tainted Love de Soft Cell, que nunca sonó tan rockera, y un guiño al Rey Elvis para cerrar.
Amparada por una gran banda que deja el virtuosismo para la jefa y la apoya con precisión helvético-sureña, Imelda conquisto al publico hasta el aullido y el furibundo aplauso y remató la faena con el Train Kept A Rollin de Bradshaw, Kay y Mann, más cercano a la versión de Johnny Burnette y la reinterpretación de Jeff Beck, ilustre compinche de Imelda. En los bises, el Tainted Love de Soft Cell, que nunca sonó tan rockera, y un guiño al Rey Elvis para cerrar.
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