martes, 8 de febrero de 2011

YEMEN El Reino de Saba

Nos encontramos ante el imponente arco de Bab al Yaman,
Viajar al Yemen es una experiencia a través del tiempo, una proyección hacia tradiciones y modos de vida ancestrales casi olvidadas en el mundo occidental. Es el país de las mil y una noches y la verdadera cuna de la raza árabe. Verdes valles y una arquitectura muy singular nos estaba esperando en este país único. 

Sana·a desde la azotea
De Yemen se ha dicho que más que un país monumental es un monumento en sí mismo, y Sana'a es su mejor ejemplo. Prepárate para ser seducido desde el momento en que llegues al aeropuerto. El emplazamiento no puede ser más espectacular, en medio de una meseta a 2.500 m sobre el mar y rodeada de altísimas montañas. Y mires por donde mires surgen por todas partes las inigualables torres-vivienda yemeníes, perfectamente integradas desde tiempos remotos con el entorno.

Pocos países quedan tan “medievales” de aspecto como Yemen. Viajamos a un país muy rural, muy tribal,una de las cosas que cambio fue los todoterreno por los camellos
No es un destino para viajeros demasiado amantes del comfort. Salvo Sana’a y Taiz, las infraestructuras para alojarse son mínimas en otros sitios. Pero merece la pena renunciar a un poco de comodidad para descubrir un país de ensueño para aficionados a la fotografía, con una arquitectura muy singular, quizá la más bella de Oriente Medio (las casas de Sana’a, ciudad declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO son como de cuento), 



Las  torres de las mezquitas  son una maravilla.Oir  llamar a
la oracion desde los minaretes es retrceder a la edad media


Wadi Dhar
Tiene el famoso Palacio de la Roca, antigua residencia de verano del Imán Yahya, quizás la imagen mas difundida en los catálogos de turismo de Yemen.
Wadi Dhar está ubicado a 14 kms. al noroeste de Sanaa. En el centro del valle se alza Dar-Al-Hajar (el Palacio de la Roca), construido en lo alto de una enorme roca en 1786 por orden del Imán Mansour Ali Bin Mehdi Abbas. En los años 30 el Imán Yahya Hameed Al-Din añadió las plantas superiores y los anexos y lo utilizó como lugar de descanso.

Los yemeníes son simpáticos, abiertos y curiosos. Se acercan a saludar como si te conocieran de toda la vida. Grandes y chicos piden “sura“, “sura“… y posan sin esfuerzo con una amplia sonrisa.


NIÑOS

Yemen está lleno de niños que se pegan al turista como lapas pidiendo bolígrafos (“qalam”), caramelos y jabones.


Los niños posan orgullosos para las fotos,la Jambia es la daga que todos los yemenitas de mas 12 años llevan  en la cintura


Las mujeres yemenitas van todas cubiertas con el tradicional  velo islámico, que  cubre de negro a las mujeres desde la cabeza hasta los pies, dejando a la vista sólo los ojos. El modelo de hiyab, o velo islámico yemení es el Niqab .   La mujer esta considerada un “0” a la izq. Solo la vimos trabajando en el campo , se encarga del cuidado de los niños y de las tareas de la casa. 
Los hombres  se dedican a los negocios y a  trabajar fuera 


Las mujeres no pueden enseñar su rostro ni su cuerpo a nadie más que a su familia. Nunca se pueden mezclar con amigos. Ni tan siquiera en las bodas. Es decir hay dos mundos, el del hombre y el de la mujer.

 El pueblo de Rihab en Wadi Dawan, un valle que es el hogar ancestral de Bin Laden
Llegar a Jibla fue emcionante,nos encontramos con mucha gente ,hombres trabajando , y muchos niños .En la foto vemos al fondo la Gran  Mezquita
Djibla fue fundadada en 1065 por el Rey Ali Bin Mohammad Al Sullaihi. Fue la capital de la dinastía Sulaidí que gobernó Yemen de 1047 a 1138. Djibla solía denominarse “la ciudad de los dos ríos” por su posición en una colina entre dos ríos de cauce continuo.
Por su importancia histórica y cultural, la ciudad de Jibla y sus alrededores fueron incluidos por la UNESCO en la lista de candidatos a la categoría de Patrimonio de la Humanidad.
  
La Gran Mezquita, construida en 1088 bajo el reinado de Arwa, reemplazando una mezquita anterior, es una de las más antiguas y hermosas del Yemen, con sus bajorrelieves en estuco y sus espléndidos techos artesonados. Situada en el centro de Jibla y rodeada de zocos, su recinto principal mide 36 x 40 m y su trazado responde al esquema árabe tradicional, con cuatro naves paralelas al muro de , y una nave central de techos más elevados. De sus dos minaretes, el del sudeste luce una hermosa decoración de influencia fatimí, que se asemeja mucho a la que exhiben las fachadas de las casas  Las almenas tienen un perfil de triángulo escalonado, una variante del estilo de Samarra, introducido en el Yemen probablemente a través de Egipto. La mezquita alberga en su interior, en una estancia que da al patio, el mausoleo de la reina Arwa.

La ciudad de Sibam, conocida como el Manhattan del desierto, conforma uno de los puntos culminantes del valle. Sus quinientos rascacielos de estilo tradicional se apiñan en medio kilómetro cuadrado, y se elevan de forma abrupta sobre la llanura uniforme del desierto, sin un solo distrito caótico a la vista. Aunque la urbe existe desde hace al menos mil ochocientos años, la mayor parte de los edificios ubicados en el interior de las murallas datan del siglo XVI. Muchos presentan puertas finamente cinceladas con elegantes cerraduras; las ventanas están enrejadas con celosías de talla muy elaborada; y todo construido en madera. 
   

Vista desde Al-Hajjarah

  Los habitantes de las montañas de Yemen poseen una tradición milenaria de control del agua para el riego, en particular, por un sistema de terrazas que redistribuyen el agua de lluvia. Para remediar la lenta erosión de estas terrazas, expertos de la ONU establecieron un proceso de concertación entre los campesinos con el fin de desarrollar métodos simples de restauración








Al Hajjarah, que se cuelga sobre un valle empinado donde abundan las terrazas de cultivo, rodeada en todo su perímetro por una muralla. La muralla tiene una sola puerta que está enfrentada al barrio nuevo de la población, donde los reciben los ya cada vez más habituales recepcionistas vendedores. 






Como otras ciudades de la zona, Al Hajjarah fue fundada en el siglo XI por la dinastía de los Saluyidas de Ali as-Sulayhi. El recorrido por la población es corto: apenas una hora. Se nota un cierto abandono y algunas de sus casas están arruinadas por falta de mantenimiento; pero aún pueden admirarse las magníficas torres-vivienda de hasta ocho plantas.

Vendedora de verduras

Las montañas de Yemen culminan a 3.300 m y llueve suficientemente, cosa rara sobre la península árabe, para permitir culturas gracias al riego. Los Yemenitas tienen redes elaboradas de terrazas que distribuyen correctamente las precipitaciones y conservan el suelo




Tal vez el elemento más destacable de Yemen desde el punto de vista cultural sean sus construcciones de barro. En ningún lugar como en este país se pueden contemplar tantas maravillas realizadas con el adobe más sencillo. Son construcciones que se elevan pareciendo violar las leyes de la gravedad. Estas edificaciones se elevan a todo lo largo del país dando muestras de la riqueza de unos conceptos arquitectónicos que se pierden en la noche de los tiempos. Esta laboriosa arquitectura surge en todos lados, desde los picos de las montañas hasta los fértiles valles o wadis. 

El qat no debe ser observado como la droga nacional que domina a los yemenís sino más bien como un agente cultural utilizado por la sociedad para dar un sentido a sus interacciones cotidianas. Los yemenís no son esclavos del qat, sino que lo utilizan para fines sociales. El qat es consumido mientras se trabaja, así encontramos a comerciantes, taxistas o albañiles en sus funciones y mascando al mismo tiempo su bola de qat. Pero el qat es sobre todo una droga social consumida junto a amigos en las denominadas "takhizin" o reuniones, que suelen comenzar hacía las dos o tres de la tarde dependiendo de los lugares. Normalmente toda casa que se precie dispone de una habitación consagrada a las reuniones denominada "mafrid" y que será más o menos lujosa dependiendo de la posición social de la persona. El anfitrión reparte las hojas, aunque los invitados suelen traer las suyas propias compradas especialmente para esa reunión. De la rama se seleccionan los brotes más jóvenes y tiernos que se introducen en la boca directamente sin ninguna preparación previa y se almacenan y mastican suavemente en la mejilla izquierda. Durante estas reuniones además de masticar qat también se fuman cigarros y sobre todo la "narguile".


Vendedores de yambias masticando qat

Desierto de Rub al-Jali 
Es uno de los mayores desiertos de arena del mundo; ocupa la mayor parte del tercio meridional de la península Arábiga, entre Arabia Saudita, Omán, los Emiratos Árabes Unidos y Yemen. Tiene una extensión de unos 650.000 kilómetros cuadrados y está totalmente deshabitado
En esta foto estoy com Ahbdulla uno de nuestros guias conductores que nos acompañaron por todo el país
Nos espera una  larga y emocionante etapa ,donde  encontraremos yacimientos de petróleo ,grandes dunas y pueblos nómadas del desierto
    
Hermanos





 Los beduinos del desierto viven del mercadeo de camellos y cabras , también como grandes conocedores del desierto conducen caravanas desde Arabia Saudi con  contrabando de armas y aparatos electrónicos,dvd,tv,radios


Kiosko de chucherias



Viajamos en octubre de 1993  por uno de esos rincones únicos del planeta en los que el aislamiento del resto del mundo y un ritmo de vida ancestral, hacen que este pais te regale continuas emociones
Acercarse a un lugar de estos para un occidental es un experiencia unica,un viaje a la edad media que en nuestra epoca podemos realizar
Yemen es uno de esos países, cada vez más difíciles de encontrar, que se conserva con toda su autenticidad y libre del turismo de masas. Una tierra donde sus habitantes aún llevan “Jambiyas” (dagas curvas) en sus cinturones, los zocos están llenos de vida, y donde los extranjeros son todavía una novedad y son acogidos con calidez, curiosidad y genuina hospitalidad.

1 comentario:

  1. realmente este viaje marco un antes y un despues en nuestra forma de disfrutar de las vacaciones, el primer viaje fuera de Europa y nos vamos a yemen.
    Aprendimos mucho de todas esas gentes sencillas que siempre nos saludaban y sonreian.
    Solo teniamos que respetarlos y guardar unas normas, que para mi, por ser mujer, fueron muy duras.
    Es una sociedad muy machista, las mujeres, solo existen para trabajar y tener hijos, ellas se encargan de todo , campo, casa , niños, ellos hablan todo el dia, toman te , y mastican gat.
    Supongo que ahora es imposible ir a yemen, nuestro viaje fue arriesgado, algunas zonas no se pudieron visitar, estaban en guerra, pero si alguna vez alguien puede ir se encontrara un pais maravilloso, con gente muy sencilla, dispuestos a hablar y tomar una taza de te con gente extranjera

    ResponderEliminar